La fruta que ves en la foto es conocida en muchos países como anona o chirimoya, y aunque a simple vista puede parecer extraña, es un verdadero tesoro nutricional y económico.
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Su pulpa blanca, cremosa y aromática es uno de los sabores mejor valorados en la fruticultura tropical. De hecho, en mercados internacionales puede alcanzar precios muy altos, especialmente cuando proviene de zonas donde no abunda y se comercializa como fruta “exótica”.
Lo que casi nadie sabe es que la chirimoya concentra beneficios que la colocan al nivel de superalimentos caros del mercado. Es rica en vitaminas del grupo B, aporta potasio, hierro y magnesio, y su fibra ayuda al sistema digestivo.
Su pulpa es tan dulce que muchas veces se usa como sustituto natural del azúcar en batidas y postres saludables. Además, su contenido antioxidante ayuda a combatir el estrés oxidativo y el envejecimiento celular.

Pero ahí no termina el valor de esta fruta. Sus semillas, aunque no son comestibles, tienen usos industriales y medicinales en la cosmética natural y en extractos repelentes.
La planta completa —desde las hojas hasta la corteza— tiene un valor botánico enorme para la herbolaria tradicional. Por eso, quienes cultivan anona saben que no solo venden fruto: venden una especie completa con demanda estable y creciente.
En países donde crece de manera natural, la gente pasa junto a ella sin imaginar que compradores en Europa, Asia y Norteamérica pagan por ella como si fuera un lujo tropical.

Así que si alguna vez tienes la oportunidad de cosechar, sembrar o vender esta joya verde, recuerda: tienes literalmente “oro” entre las manos… y muchos aún no lo saben.
RECETA AQUÍ
Mousse Cremoso de Anona (sin horno, 5 minutos)
Ingredientes
- 2 chirimoyas maduras (solo la pulpa, sin semillas)
- 1 lata de leche condensada (370 g)
- 1 taza de crema de leche o nata para batir
- 1 cucharadita de vainilla
- Opcional: jugo de ½ limón (realza el sabor)
- Opcional para decorar: canela en polvo o coco rallado
Preparación
- Abre las anonas y extrae la pulpa cuidadosamente, retirando todas las semillas.
- En una licuadora mezcla la pulpa con la leche condensada y la vainilla (y el limón si decides usarlo).
- Aparte, bate la crema de leche hasta que espese ligeramente (no hace falta que sea chantilly rígido).
- Incorpora con movimientos suaves la mezcla de anona dentro de la crema batida.
- Lleva a la nevera por al menos 2 horas para que tome cuerpo.
- Antes de servir, espolvorea canela o coco si te gusta.
Resultado:
Un postre frío, dulce, cremoso y con sabor tropical intenso — ideal para después del almuerzo.
¿Quieres que ahora te haga una de estas opciones con la misma fruta?
- Smoothie fitness sin azúcar
- Helado casero (3 ingredientes)
- Malteada cremosa de anona
- Postre en capas con galleta
Dime con un número cuál quieres y te la escribo.
